Vaya con el bendito tiempo.

Apenas llevo dos días en Jumilla y ya estoy preocupado de ver que el tiempo esta empeñado en hacer bueno ese refrán que dice que en Abril, aguas mil. Ayer mismo, mi hermano el Cristo de la Reja veía como se truncaba su desfile por las calles jumillanas. Esto es algo que desde luego me entristece un poco ya que el pobre de mi hermano, siempre ha tenido un poco de "pelusica" de mí. Yo le digo que si soy el pequeño y la gente me tiene más devoción pues que no es culpa mía pero el nada, siempre esta con el complejo. De hecho, el día que se desclavó la mano y les dio la bendición a los frailes, sólo lo hizo por llamar la atención y ver si así conseguía la devoción que yo tengo. Pero ni con milagros. Aún así tengo que reconocer que desde que procesiona por el pueblo ya se le ve más feliz que antes y no me chincha tanto. De hecho, cuando a mediados de los sesenta desfiló con el Santo Costado, el pobre se pensó que eso sería para siempre y luego le toco quedarse con la miel en los labios hasta hace unos pocos años. En fin, que aún siendo peluson ambos nos llevamos muy bien y nos queremos mucho.
Como también quiero y aprecio mucho a mi primo el Cristo de la Vida, que esta noche, papá mediante, disfrutará de su jornada grande en la procesión del silencio. El pasado domingo por la noche, cuando nos quedamos solos en la iglesia, el Cristo de la Vida y un servidor aprovechamos las oscuridad y la quietud de la noche para charlar un rato y ponernos al día sobre las vicisitudes de cada uno.
Me comentaba mi primo, que este año le gustaría ver procesionando junto a él, a mucho banquero y caradura, así como a algún que otro moroso, que tienen a muchas familias en ascuas en estos tiempos tan duros. Yo le dije que la idea era buena, pero que tal vez sería tanta la gente que saldría, que fijo que llegaba a Santiago de día.
Como este año estoy en mi sede, me va ser imposible contemplar su majestuosa salida de la iglesia por lo que aprovecho para, desde aquí, desearle mucha suerte y que le haga bueno.